quarta-feira, maio 27, 2020

Cultura como recurso y estrategia para un nuevo modelo social de desenvolvimiento económico frente al COVID

Siendo Colombia país presidencialista con un estado unitario, las últimas palabras las tiene, legamente, el mandatario de turno electo por mayoría en votación libre. El actual gobernante, Iván Duque, no se ha distinguido por un mandato en que todos los colombianos confíen, y nada más alejado a una gobernanza colaborativa; lo cual lo convierte en uno de los mandatarios actuales de menos credibilidad al interior del país.
Como muestra de ello, las acciones para dar frente al COVID 19; pues el gobierno nacional se negaba a tomar medidas, inclusive llego a intentar impedir que se pusieran en marcha medidas tomadas a nivel local en varias regiones; medidas que al final no pudieron ser revocadas y estuvieron apoyadas por los pobladores, con sugerencias de Organización Mundial De Salud. Manteniendo en pie los decretos locales por encima de las directrices nacionales. Es así como ante la presión social y el desacato por parte de autoridades regionales, Duque decretó cuarentena total en el país a partir del 25 de marzo.
Luego de esta disputa pública, los colombianos llevan 2 meses en cuarentena total acatando las normas de restricción impuestas en cada ciudad o municipio. Ahora, el Ministerio de la Tecnologías y las comunicaciones lanzo la CoronApp Colombia, una aplicación donde los usuarios prepagos de telefonía celular pueden acceder al beneficio de navegación, en alianza con la plataforma de telescuela nacional. Pero esta inter-conectividad además de estar consiguiendo más que mantener los colegios y empresas trabajando, está logrando unir familiares y amigos que a razón de la cuarentena no se pueden reunir, y la situación actual ha incrementado el valor de las herramientas de comunicación con: cenas virtuales para comer juntos, celebraciones de cumpleaños desde diversas latitudes, partidas de juegos online y hasta fiestas. Todo esto sin salir de casa.
Rápidamente, todos hemos mudado la manera de trabajar, estudiar, interactuar y la cultura no se ha quedado atrás, adaptándose a la tecnología y dejando contenidos públicos para ser vista desde cualquier lugar del mundo, sin costo. Por estos días se puede ver las óperas del MET o el ballet Ruso, recorrer diversos museos ubicados en diferentes países, visitar tumbas faraónicas en Egipto, oír y ver conciertos caseros de una infinidad de músicos, o explorar maravillosas bibliotecas online, entre otras. En esto Colombia no se ha quedado atrás, pues desde distintas plataformas públicas se pueden ver obras de danza o teatro online, oír músicos armonizando los largos de días de esta cuarentena desde sus ventanas e invitando a quedarse en casa.
Estas iniciativas culturales consiguen ser un bálsamo para el alma y la mente mientras el cuerpo debe guardar cuarentena. Logran también que un alto número de personas, que jamás habían pensado en la posibilidad de ver presentaciones o ir lugares remotos a sus hogares, ahora puedan visitar, conocer y disfrutar a través de la net; gracias a esto y a los libros, películas, tareas manuales, experimentar en la cocina o sencillamente bailar, que son expresiones de cultura que cada uno también puede ejercer. Así, está cuarentena está resultando más amable seguramente que la que vivieron nuestros antepasados a lo largo de la historia y sus diversas cuarentenas. Además, son las expresiones culturales las que han conseguido dejar atrás las discusiones entre autoridades regionales y nacionales, pues lograron romper los límites políticos o departamentales de las fronteras, prudentemente cerradas por estos días. Regalándonos así la posibilidad de seguir soñando en comunidad.
Ahora bien, resulta evidente como la cultura es un gran cohesor social y puede seguir siéndolo pasada la cuarentena. Pues, cuenta con las herramientas suficientes para reestructurar la confianza entre comunidades y estas con los gobiernos locales y nacional. Si bien la cultura ha sido instrumentalizada por candidatos y políticos a lo largo de la historia, con el fin de sumar votos, esta vez puede volver a serlo, pero de manera positiva. De aplicarse un modelo de cultura como medio recreativo a través del turismo de enfoque local, en primera instancia, conseguiremos que la población recupere lentamente no solo la confianza, sino que consiga apaciguar los efectos psicológicos de estos últimos sucesos mundiales. Además de esto reactivaremos la economía de forma pausada. Es importante invitar a los pobladores a viajar al interior de la nación, con el fin de reestablecer los motores económicos nacionales.
Por último, no solo basta con el cumplimento de las normas de bioseguridad y el cuidado propio; para aportar al bajo número de concentraciones puede desarrollarse una segunda app que actualice a viajeros sobre puntos focales de COVID y lugares con alta cantidad de personas, con el fin de lograr ser evitados; también puede estar en capacidad de sugerir otros destinos, diversificando la oferta y activando la economía en otros lugares, aprovechando el potencial en parques naturales, como el páramo de Chicaque en Cundinamarca, arqueológicos, como San Agustín en el Huila, o riquezas inmateriales, como el tejido de Ruanas en Boyacá, que tiene el país.
Es así como retomando el inicio de éste articulo, podemos decir que, a partir de desarrollo turístico cultural en áreas rurales, o al aire libre, puede repensarse en alianzas con un modelo integrador de gobernanza que consiga mitigar las disputas pre-Covid y desenvolver mejores políticas de desarrollo regional, vinculando de manera más acertada a poblaciones locales y diversificando la oferta turística para equilibrar la capacidad de carga de algunos lugares más populares.

Manuela Tascón Ruiz

(Artigo de opinião produzido no âmbito da unidade curricular “Património Cultural e Políticas de Desenvolvimento Regional”, lecionada ao Mestrado em Património Cultural, do ICS/UMinho)

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